¿Cómo se manifiestan las DEA?
Las DEA se manifiestan de muchas maneras, a continuación citamos las principales. Son tantas que las dividiremos en categorías. Es importante tener en cuenta que no se tienen que producir todas para que podemos hablar de una DEA. En cada persona encontraremos una combinación distinta.
Ocasionalmente pueden presentarse dificultades en el lenguaje hablado, problemas de percepción de las distancias y del espacio, confusión entre la izquierda y la derecha y problemas con el ritmo y los lenguajes musicales.
No acaba ahí, son frecuentes:
- Desinterés por el estudio, especialmente cuando se da en un medio familiar y/o escolar poco estimulantes. Puede llegar a convertirse en fobia escolar.
- Calificaciones escolares bajas.
- Percepción negativa por parte de los compañeros. Les puede lleva a pensar que tienen una discapacidad intelectual, lo cual repercute de forma negativa en el desarrollo de su autoconcepto.
Con frecuencia, una DEA se confunde con un mero retraso evolutivo o con que el alumno no se esfuerza lo suficiente; Esto tiene consecuencias negativas para la personalidad del niño, que podrían desembocar en la aparición de conductas disruptivas para llamar la atención, o en la inhibición y pesimismo cercanos o inmersos en la depresión.
Se producen a veces mecanismos compensatorios como la inadaptación personal, fortalecimiento de la identidad de “diferente” y la elección de otro alumnado conflictivo en busca de la identidad de grupo.
A la hora de ayudarles, no es raro encontrarse con una persona con cierto sentimiento de inseguridad compensado por una cierta vanidad y falsa seguridad y, en ocasiones, terquedad para entrar en el trabajo y la motivación que requieren los tratamientos. Están muchas veces convencidos de su falta de inteligencia y es bastante habitual que sean reacios a cualquier situación de refuerzo de habilidades que no creen tener.